jueves, 6 de agosto de 2020

La salud amenaza con convertirse en una crisis de los derechos de los niños

PHOTO: Médicos Sin Fronteras

En la República Democrática del Congo (RDC) el derecho del niño a la salud se ve seriamente amenazado desde el momento en que nace. Actualmente la infancia del país está atravesando una de las peores crisis humanitarias del mundo, donde los conflictos armados son una realidad cotidiana, sumado a un sistema de salud muy débil, incapaz de soportar las epidemias que azotan el país africano y donde los niños son las principales victimas. 

Los hospitales deberían ser espacios protegidos donde los ciudadanos y sobre todo los niños puedan sentirse a salvo, incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, los ataques se han convertido en una tendencia alarmante y varían desde la destrucción parcial o total de instalaciones médicas, ataques al personal, hasta el uso militar de las instalaciones. Estos ataques no solo ponen en peligro la vida de los niños, sino que también limitan su acceso a asistencia médica. 

En estos momentos existen varias epidemias en curso en la República Democrática del Congo donde las estadísticas afirman que los niños son las principales victimas mortales, como el sarampión, el cólera y la malaria, que han devastado el país. El cólera, como resultado de los sistemas de saneamiento deficientes y el agua "potable" sucia mató a 540 personas en 2019, la mitad de ese número eran niños. El sarampión, una epidemia aún más grave, causó 6.200 muertes en 2019-2020 y el 85% de estas muertes correspondieron a niños menores de 5 años y se estima que más de 3,3 millones de niños se han quedado sin una atención médica adecuada. 

Hablando a mayor escala, la salud de la población congoleña se encuentra en un estado vulnerable debido a su sistema de salud, junto con niveles extremos de pobreza. Actualmente la población también enfrenta el décimo brote del virus del Ébola (desde agosto de 2018) y paralelamente recibieron el primer caso de COVID-19 que fue informado el 10 de marzo de 2020 en Kinshasa.